ISTU realizará mejoras en la Puerta del Diablo por cinco meses
Vecinos que residen en Los Planes de Renderos y comerciantes de la zona, expresaron su desacuerdo con el cierre por trabajos de mejora y supuesto cobro que al parecer pretenden realizar las autoridades del Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU), para ingresar a las instalaciones del parque de la Puerta del Diablo, situado en el municipio de Panchimalco, al sur de San Salvador.
Vecinos y comerciantes expresaron su desacuerdo con el cierre por trabajos de mejora y supuesto cobro que al parecer pretenden realizar las autoridades del Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU), en la Puerta del Diablo. Foto/ Óscar Iraheta
Hasta ahora la entrada ha sido gratis en la Puerta del Diablo, situado en el municipio de Panchimalco, al sur de San Salvador. Foto/ Óscar Iraheta
El lugar es visitado por decenas de turistas nacionales y extranjeros. Foto/ Óscar Iraheta
Vendedores de comida, artesanías y juegos mecánicos dijeron no estar en la disponibilidad de pagar más impuestos. Foto/ Óscar Iraheta
Ante la decisión del ISTU, los afectados iniciaron una recolección de firmas para presentarlas ante las autoridades para evitar el cobro. Foto/ Óscar Iraheta
Los propietarios de los comercios serán reubicados en el parque Balboa mientras se realizan los trabajos de mejoramiento del sitio turístico. Foto/ Óscar Iraheta
La firmas recolectas para evitar el cobro en la entrada a la Puerta del Diablo serán entregadas a las autoridades del ISTU, según informaron vecinos de los Planes de Renderos. Foto/ Marvin Romero
La Puerta del Diablo es el lugar favorito para los amantes de la naturaleza y la vista panorámica. Foto/ Archivo
El lugar fue donado al Estado para centro turístico por Harrison Esteh, quien era el propietario del lugar y según las leyendas que contaban los lugareños, un día mientras Harrison retiraba una piedra del lugar, se le apareció el Diablo y desde entonces empezaron a llamarle Puerta del Diablo. Foto/ Archivo
Este sitio es utilizado para la práctica de deportes extremos como rápel y escalada. Foto/ Archivo